domingo, 22 de mayo de 2011

HISTORIA

División de los pueblos prerromanos


En este mapa podemos observar la división de la Península Ibérica en épocas anteriores a la llegada de los romanos.
En ella aparecen los distintos pueblos que habitaban en la Península y las zonas en las que moraban, más o menos.



Divisiones administrativas de la Hispania romana




Aquí se pueden apreciar las distintas provincias en las que el emperador Diocleciano dividió Hispania: Gallaecia, Tarraconensis, Lusitania, Cartaginensis, Bética y Baleárica.



Reinos cristiano/musulmanes en la Alta Edad Media




Durante la Alta Edad Media la península sufrió constantes divisiones. Al final es esta etapa los cristianos se hicieron con toda la Península a excepción del reino de Granada el cual estaba en manos de los musulmanes.


Europa en el siglo XVI


En el siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, el territorio perteneciente a España aumentó considerablemente.Felipe II, además de las colonias americanas y otras por diferentes partes del mundo, anexionó Portugal, la zona sur de Italia (Nápoles, Sicilia y Cerdeña), algunos territorios de Centroeuropa y Flandes.

El Imperio español en época de Felipe II

En esta época, durante el reinado de Felipe II, el Imperio español era uno de los más grandes e importantes, sino el que más. Además de los territorios europeos, España tenía colonias repartidas por el mundo: Sudamérica y Centroamérica completas, parte del sur de los actuales EEUU, algunos territorios del continente africano, y la mayor parte de las islas asiáticas. Por eso se decía que en el Imperio español de Felipe II "nunca se ponía el sol".


Europa en el siglo XVII después del Tratado de Westfalia


El Tratado de Westfalia o El Tratado de Münster/Osnabrück (1648) significó uno de los puntos más importantes dentro de la Historia Europea y Mundial. Ahí, al Este del Sacro Imperio Germánico, se firmó por primera vez un Tratado multilateral moderno. Por primera vez en la Historia europea, se habló de Estados-Naciones, de libertad de prédica religiosa y de limites internacionales. Ganadores salieron Francia, que durante la Guerra de los 30 años, jugó a 2 bandos; Suecia,que intervino en Alemania y logrando consolidarse como potencia, al menos durante el reinado de Gustavo Adolfo; Las Provicias Unidas, ahora llamadas Holanda, que tras años de rebelión, fueron reconocidas como independientes. Los Estados Papales perdieron la mayor parte de su poder, al ser el Calvinismo y el Luteranismo reconocidas como religiones oficiales. España siguió con su lentísima decadencia y Austria arrastró las derrotas de la Liga Católica. Por primera vez, la noción de Patria y Religión estaban separados en Europa; Desde ahí nació el Nacionalismo como idea no sólo romantica, pero tambien como elemento fortificador en un país. Ahí fue, como Europa se transformó.


Europa en el siglo XVII después del Tratado de Utrecht

En el Tratado de Utrecht (11 de abril de 1713) las potencias europeas decidían cuál iba a ser el futuro de España en cuanto al equilibrio de poder. El nuevo rey de la casa de Borbón, Felipe V, mantuvo el imperio de ultramar, pero cedió Sicilia y parte del Milanesado a Saboya; y Gibraltar y Menorca a Inglaterra y los otros territorios continentales (los Países Bajos españoles, Nápoles, Milán y Cerdeña) a Austria. Además significó la separación definitiva de las coronas de Francia y España, y la renuncia de Felipe V a sus derechos sobre el trono francés. Con esto, el Imperio le daba la espalda a los territorios europeos. Asimismo, se garantizaba a Inglaterra el tráfico de esclavos durante treinta años.

Europa a principios del siglo XIX


A principios del siglo XIX, tras el Congreso de Viena, la división europea cambió. En 1815, las principales potencias de Europa se las arreglaron para producir un balance pacífico del poder entre los imperios después de las Guerras Napoleónicas, por lo que decidieron cambiar las divisiones territoriales.

Europa a finales del siglo XIX


A finales del siglo XIX, debido a fuertes tensiones existentes entre los países europeos, los territorios volvieron a cambiar, y además se establecieron alianzas entre algunos de ellos (Francia se alió con Rusia e Inglaterra para controlar el creciente poderío de Alemania).